Asombro. . . . . Asombro y más asombro, provocó Kevin Martínez delante del piano ante los 50 espectadores que no imaginaron que un joven de tan sólo 17 años, ejecutara con tal virtuosismo a Albéniz, Bach y Mozart.
La audiencia, entre la que había una decena de niños, estuvo receptiva y complacida. Y nosotros festejamos que los niños se acerquen para ser sensibilizados por el arte, para desde ahora, hacerlos mejores personas.La última pieza –la cereza del pastel- la interpretó con su Maestro el pianista internacional Héctor Ocampo, a dos pianos, dejándonos tan buen sabor de boca, que aplaudimos hasta obligar a Kevin, quien no traía otra pieza preparada, a inventar una improvisación de casi 5 minutos que terminó de asombrarnos.
Si bien es cierto que Héctor es un extraordinario maestro, digno alumno de Don Claudio Arrau, Kevin ha absorbido de manera prodigiosa técnica y enseñanzas con un talento innato innegable.
Si bien es cierto que Héctor es un extraordinario maestro, digno alumno de Don Claudio Arrau, Kevin ha absorbido de manera prodigiosa técnica y enseñanzas con un talento innato innegable.
Asombro. . . de principio a fin en este concierto, que confirma una vez más, que invertir en Arte, vale la pena.
A partir de este mes, publicaremos en este blog, elManual para el público perfecto. En él intentaremos dar consejos yherramientas, para disfrutar mejor de las manifestaciones Artísticas y,permitir que los demás también puedan hacerlo.
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