Martha Mejía
directora de Acción Cultural Politécnica, IAP
Henry Bergson dice: "Existir es cambiar, cambiar es madurar; madurar es crearse uno a sí mismo, indefinidamente".
Pero creo que habría que hacer algunas precisiones al respecto. La primera premisa es irrefutable: existir es cambiar. Y mientras sigamos existiendo el cambio será inevitable. Pero, el cambio no siempre significa madurar. A veces nos golpeamos tanto en la caída, que acabamos pudriéndonos antes de madurar. Y hay quienes no maduran nunca, no importa cuánto crezcan o cambien por fuera. Porque el verdadero cambio y maduración están en el lugar más profundo de la persona. Aunque parezca lo contrario.
Y crearse a sí mismo, puede llevarnos a un cambio negativo, que no necesariamente signifique madurar. Para ello, debemos realizar una auto-confrontación con nuestros principios y valores para alcanzar fines trascendentes y positivos. Y los tiempos actuales se ignora esta "autocreación" que generalmente no significa nada en términos de ganancias económicas a corto plazo.
En contra de la tendencia mundial de estandarizar, mecanizar, masificar todo, incluyendo a los seres humanos, Acción Cultural Politécnica, IAP se empeña en su labor de hacer personas. Ardua tarea si reparamos en que todo el sistema está en contra: Medios de comunicación, algunos empresarios sin escrúpulos; la "moda"; los estándares de los vecinos del norte con sus series y programas televisivos y su atractivo Hollywood, muy frecuentemente falto de valores.
Este trabajo, de ayudar a dejar de ser "masa" o número, y luego pasar de individuos a personas, nos da enormes lenitivos cuando vemos los resultados.
Después de un proceso lento - y dependiendo de la carga emocional de cada uno, a veces doloroso - se abre un universo de posibilidades que le dan a la persona elementos y herramientas para irse construyendo.
Como es un trabajo a mediano y largo plazo y depende de la voluntad del individuo, a veces no se nota fácilmente cambio alguno.
Además, la mayoría de los avances, son difíciles de medir, aun por el mismo "autoconstructor".
Vale decir, con algo de ironía, aunque con respeto, que la mayoría de aquellos a quienes se les trata de explicar nuestro trabajo y que no creen que sea de vital importancia, engruesan las filas de los que necesitan tal construcción interna.
Aprender a luchar contra nuestros demonios; sobrellevar con paciencia, inteligencia y tolerancia los ajenos; aprender a comunicarnos de mejor forma con la alteridad; tomar decisiones acertadas; trabajar con eficiencia en equipo, son algunos de los resultados de pertenecer al Programa de Formación Humanística Integral de ACP o de Diplomarse como Líderes Humanistas. Sin olvidar que todo ello está enfocado a servir, a ayudar solidaria y profesionalmente a nuestro prójimo. ¿Para qué sino para el servicio está un líder? Porque, de esos pseudo líderes que viven de manipular y engañar con sus dotes artísticas y su "carisma", ya existen muchos y no le hacen falta a nadie.
Lo que hace falta es caer en la cuenta de cuánto tenemos que crecer y "autoconstruirnos" los que aparentemente somos funcionales y de qué manera se vuelve urgente y a veces ineludible esta valiente resolución, en aquellos que han sufrido disfuncionalidad familiar, violencia o abandono. En cuanto aquellos que están ejerciendo su libertad con el alma sana y el corazón en su sitio, siempre pueden servir de ejemplo, guía y voluntarios.
A todos, los espera ACP en su Programa de Formación Integral, con los brazos abiertos.
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directora de Acción Cultural Politécnica, IAP
Henry Bergson dice: "Existir es cambiar, cambiar es madurar; madurar es crearse uno a sí mismo, indefinidamente".
Pero creo que habría que hacer algunas precisiones al respecto. La primera premisa es irrefutable: existir es cambiar. Y mientras sigamos existiendo el cambio será inevitable. Pero, el cambio no siempre significa madurar. A veces nos golpeamos tanto en la caída, que acabamos pudriéndonos antes de madurar. Y hay quienes no maduran nunca, no importa cuánto crezcan o cambien por fuera. Porque el verdadero cambio y maduración están en el lugar más profundo de la persona. Aunque parezca lo contrario.
Y crearse a sí mismo, puede llevarnos a un cambio negativo, que no necesariamente signifique madurar. Para ello, debemos realizar una auto-confrontación con nuestros principios y valores para alcanzar fines trascendentes y positivos. Y los tiempos actuales se ignora esta "autocreación" que generalmente no significa nada en términos de ganancias económicas a corto plazo.
En contra de la tendencia mundial de estandarizar, mecanizar, masificar todo, incluyendo a los seres humanos, Acción Cultural Politécnica, IAP se empeña en su labor de hacer personas. Ardua tarea si reparamos en que todo el sistema está en contra: Medios de comunicación, algunos empresarios sin escrúpulos; la "moda"; los estándares de los vecinos del norte con sus series y programas televisivos y su atractivo Hollywood, muy frecuentemente falto de valores.
Este trabajo, de ayudar a dejar de ser "masa" o número, y luego pasar de individuos a personas, nos da enormes lenitivos cuando vemos los resultados.
Después de un proceso lento - y dependiendo de la carga emocional de cada uno, a veces doloroso - se abre un universo de posibilidades que le dan a la persona elementos y herramientas para irse construyendo.
Como es un trabajo a mediano y largo plazo y depende de la voluntad del individuo, a veces no se nota fácilmente cambio alguno.
Además, la mayoría de los avances, son difíciles de medir, aun por el mismo "autoconstructor".
Vale decir, con algo de ironía, aunque con respeto, que la mayoría de aquellos a quienes se les trata de explicar nuestro trabajo y que no creen que sea de vital importancia, engruesan las filas de los que necesitan tal construcción interna.
Aprender a luchar contra nuestros demonios; sobrellevar con paciencia, inteligencia y tolerancia los ajenos; aprender a comunicarnos de mejor forma con la alteridad; tomar decisiones acertadas; trabajar con eficiencia en equipo, son algunos de los resultados de pertenecer al Programa de Formación Humanística Integral de ACP o de Diplomarse como Líderes Humanistas. Sin olvidar que todo ello está enfocado a servir, a ayudar solidaria y profesionalmente a nuestro prójimo. ¿Para qué sino para el servicio está un líder? Porque, de esos pseudo líderes que viven de manipular y engañar con sus dotes artísticas y su "carisma", ya existen muchos y no le hacen falta a nadie.
Lo que hace falta es caer en la cuenta de cuánto tenemos que crecer y "autoconstruirnos" los que aparentemente somos funcionales y de qué manera se vuelve urgente y a veces ineludible esta valiente resolución, en aquellos que han sufrido disfuncionalidad familiar, violencia o abandono. En cuanto aquellos que están ejerciendo su libertad con el alma sana y el corazón en su sitio, siempre pueden servir de ejemplo, guía y voluntarios.
A todos, los espera ACP en su Programa de Formación Integral, con los brazos abiertos.